miércoles, 14 de marzo de 2012

Miño Cuevo


Hemos tardado en volver, si, pero ya estamos aquí con una nueva entrada, y quedan muchas. Esta vez relataremos una ruta que, al menos yo, y supongo que mi compañero también, recuerdo con nostalgia, porque fue una de las primeras rutas/aventuras/locuras que comenzamos a realizar, en un ya lejano septiembre de 2010. Ademas, esta ruta tiene un doble aliciente, ya que para ello utilizamos la bici y el senderismo a partes iguales, con una gran caminata.

Vista del bajo de Peña la Llama
Como no, comenzamos nuestras andadura en Las Torres de Aliste con nuestra bici todoterreno para dirigirnos rumbo hacia el Vértice Geodésico de Miño Cuevo, situado entre los términos municipales de Ferreras de Arriba y Villardeciervos, y muy próximo también al termino de Cabañas de Aliste. Por lo tanto nos disponemos a salir por el norte del pueblo, pasando por La Gallega, Las Galañas y El Caminon, para llegar al Pinar de los Suernos y terminar en la vía de ferrocarril que une Zamora con Galicia. No recuerdo si ese día coincidimos con el tren, pero mas de un día hemos ido hasta el final del pinar a observar el paso de trenes en una curva que esta elevada. Cruzamos la vía, y tomamos la pista que discurre entre San Pedro y Cabañas siguiendo el recorrido del ferrocarril. Pero estamos en esta pista por poco tiempo, ya que en una curva bastante cerrada aparece un cortafuegos. Dejamos las bicicletas en este punto, ocultas entre los pinos, y continuamos por el cortafuegos. Unos cuantos metros (¿500 tal vez?) mas adelante cambiamos de cortafuegos, girando a la derecha. Este es mucho mas empinado, pero de esta manera subimos bastante desnivel en unos pocos metros, y nos encontramos con otra pista. En esta ocasión se trata de la que conecta Villardeciervos con Cabañas. Continuamos por ella hasta llegar al collado y punto mas alto de esta vía, donde nos encontramos con un cartel de la Sierra de la Culebra.
Llegados a este punto volvemos a girar a la derecha y volvemos a encaminarnos por un cortafuegos. Dejamos la Peña del Modorron a un lado y proseguimos por el cortafuegos, que sube y baja como sino hubiera mañana, haciendo del recorrido algo extraño y pareciendo que no es el correcto, pero si lo es. Tras pasar esta zona un tanto tortuosa descubrimos nubes que amenazan lluvia (biennnnnn, estamos a mas de 10 km del pueblo en medio de la montaña sin paraguas ni chubasqueros, ya que cuando salimos de casa hacia un día sin mucho calor perfecto para ir a la montaña). Sea como fuera cayeron unas pocas gotas y las nubes se alejaron (menos mal). A estas alturas me entraron mis nervios habituales de "demos la vuelta que no nos da tiempo" (si amigos, volvimos a salir tras la comida bastante tarde... Parece que no aprendemos, y acostumbraos, ya que casi todas son así). El caso es que continuamos por el cortafuegos hasta que llega un momento en el que se termina. Ya estamos casi al lado del vértice (de hecho ya se divisa cerca). Tan solo hay que subir por unas piedras poco complicadas y sin mucha inclinación y en pocos minutos se llega al Vértice, desde donde se divisa un precioso paisaje de todo el lado norte de la Sierra de la Culebra, llegando a divisar Sanabria y sus montañas, ademas de (probablemente) Benavente. Fotos, descanso y recuerdo en forma de envoltorio de Huesitos y vuelta a casa.


Vistas de Ferreras de Arriba desde el Miño Cuevo


Cartel en el camino entre Villardeciervos y Cabañas
Como somos tan aventureros decidimos ir por un camino diferente, guiándonos con el Mapa Topográfico Nacional Hoja 306, queriendo terminar en Cabañas, para luego continuar por la pista, recoger las bicis, y volver a La Torre. Pero cuando ya estábamos en lo mas bajo del valle, ni mucho menos estábamos cerca de Cabañas, y como el tiempo apremiaba y quedaban pocos minutos de luz, optamos por subir por el camino que recorre el valle para terminar donde el cartel de la Sierra de la Culebra que anteriormente habíamos pasado, en vez de bajar y terminar en Cabañas. Una vez llegados nuevamente al collado, bajamos por la pista, y los mismos cortafuegos anteriormente citados. Comentar que cuando llegamos donde habíamos dejado las bicis, la luz era prácticamente nula. Se nos había hecho casi completamente de noche. Así que las cogimos, pero en vez de utilizar la opción inteligente de recorrer mas kilómetros, pero ir por un camino mas seguro (pista hasta la estación de La Torre abandonada y bajar por la carretera que apenas tiene circulación y que al menos se veía por donde se iba, decidimos volver por el mismo camino que en la ida, y sin apenas luz fue realmente una misión suicida, ya que íbamos rápidos, y el camino no era el mejor de la zona. Aun así llegamos en menos de 10 minutos desde la vía hasta el pueblo, sanos y salvos como siempre. Espero que os haya gustado el relato. Próximamente (no sabemos cuando) mas entregas de Aliste y alrededores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajajjajaja qué personajes que soys!!! ajajjaa